¿Cuántas veces sentimos la necesidad de hablar con alguien sobre los libros que leemos?
Compartir emociones, ideas y sensaciones que nos despierta una novela, un poema, una crónica… La lectura también puede ser un acto colectivo.
Aunque suele considerarse un ejercicio íntimo entre el lector y el libro, compartirla abre la puerta a múltiples significados. Leer con otros permite tender puentes entre la realidad y la ficción, a través de conversaciones que reúnen diversas miradas, subjetividades y saberes.
El club de lectura Hojas de hierba, de la Biblioteca Santa Elena, es precisamente uno de esos espacios donde la lectura se transforma en experiencia compartida. Cada encuentro es una suma de voces, interpretaciones y memorias que enriquecen los textos y los convierten en pretexto para el diálogo.
Por este club han pasado autoras y autores como Luis Miguel Rivas, André Gide, Svetlana Alexievich, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Juan Rulfo, Hernando Téllez, Laura Restrepo y muchos más. A través de sus obras, se han generado conversaciones que nos enfrentan con la risa, la tristeza, la impotencia y el asombro, mostrando que entre la realidad y la ficción hay apenas un hilo que las separa.
Pero esto es solo una parte del universo que representa Hojas de hierba: un abrebocas para conversaciones profundas, que giran en torno a temas como la guerra, el amor, la vejez, la locura, el valor de los objetos y tantas otras cuestiones que nos atraviesan como seres humanos.
Este proceso también ha dado espacio para descubrir talentos ocultos. Algunos participantes, como León López y Omaira Echavarría, han compartido su voz declamando poemas de autores universales y propios. Entre ellos: El amante, de Sandro; El brindis del bohemio o Pido perdón a las mujeres, de León López, piezas que han dejado en el grupo el eco vibrante de la palabra oral.
Pero hay algo más que hace de Hojas de hierba un club especial: la prolífica producción escrita de sus integrantes, reunida en la revista Hojas de hierba. Este proyecto, gestionado por los mismos participantes, ya suma cinco ediciones. En sus páginas se encuentran cuentos, crónicas, epístolas y poemas que han llegado a nuevas lectoras y lectores, revelando el enorme potencial creativo de este espacio que, para todas y todos, representa una forma de libertad.