Por mi propia voluntad y en plena lucidez. Stefan Zweig
«Cada día he aprendido a amar más este país, y no habría reconstruido mi vida en ningún otro lugar después de que el mundo de mi propia lengua se hundiese y se perdiese para mí, y mi patria espiritual, Europa, se destruyese a sí misma.»
Stefan Zweig
Imagen: Brazilian National Archives, Public domain, vÍa Wikimedia Commons
Con las últimas palabras del escritor de Confusión de sentimientos, consignadas en su carta titulada Declaración: por mi propia voluntad y en plena lucidez, se da apertura a la conversación sobre él y su obra referenciada:
«Prefiero, pues, poner fin a mi vida en el momento apropiado, erguido, como un hombre cuyo trabajo cultural siempre ha sido su felicidad más pura y su libertad personal, su más preciada posesión en esta tierra.»
El autor de esta carta suicida nació en Viena, Austria-Hungría en el año 1881 y murió en Brasil en el año 1942. Fue amigo de intelectuales como Hermann Hesse y Sigmund Freud. Experimentó hechos históricos como la caída del imperio austrohúngaro, toda la Primera Guerra Mundial y el inicio de la Segunda Guerra Mundial, siendo este último evento el que lo condujo a tomar la decisión de dar fin a su existencia antes de convertirse en presa de la persecución nazi a causa de su ascendencia judía.
La actitud de Zweig ante la vida se revela en la escritura del libro Confusión de sentimientos, cuyos hechos rememorados por el personaje principal se desarrollan justo allí donde se da el nacimiento de la ciudad moderna, el cual trajo consigo cambios de mentalidad, de estética y de sociedad, tal cual se refleja en la película El cielo sobre Berlín. De ahí que esta historia constituya una nueva propuesta estética enmarcada dentro del género conocido como «novela de aprendizaje».
La novela de aprendizaje se caracteriza por contar con elementos narrativos como la dualidad entre ética y estética, al igual que entre filosofía y creación como medios para moldear la sociedad; historias protagonizadas por héroes que se encuentran en un momento de transición -de la niñez a la juventud o de la juventud a la adultez- quienes normalmente están en situación de orfandad, soledad o distanciamiento de su familia; el viaje como representación de cambio de pensamiento a partir de la experiencia; el encuentro con experiencias o lecturas prohibidas; la pregunta por el conocimiento.
En confusión de sentimientos, Zweig plantea precisamente una dualidad entre dos mundos opuestos que sirven de vía de aprendizaje al héroe:
- Empirismo (corporal). Predominante en la ciudad. Caracterizado por lo sensual, abyecto, licencioso, móvil, anónimo, maligno, oscuro.
- Idealismo (mental). Predominante en la provincia. Caracterizado por la presencia del conocimiento, un guía a quien seguir, lo prohibido, la calma extrema, la exposición, el bien, la luz.
Desde ese punto de vista, el planteamiento principal de la novela, escrita en 1926, va en torno a la pregunta por cómo se genera el conocimiento; transmitiendo la idea de que todos estamos en dos mundos y, por lo tanto, de los dos mundos aprendemos. Por consiguiente, esta obra literaria es una invitación a abrazar las sombras para encontrar la propia luz. Ello no es gratuito si se tiene en cuenta el momento crítico por el que estaba pasando la humanidad durante la posguerra.