El cuerpo de Las malas

El cuerpo de Las malas

«Los trabajadores del ano son los nuevos proletarios de una posible revolución contrasexual.»

Beatriz Preciado

Imagen: Guillermo Albrieu Llinás, vía wikimedia commons

La patria en el cuerpo

El cuerpo es a la patria lo que La Tía Encarna es a Argentina. Es por ello que, sobre la base de las reflexiones de Preciado en su Manifiesto contrasexual y el fragmento inicial de su texto Basura y género: Mear/Cagar. Masculino/Femenino, lecturas que evidencian la manera como el pensamiento se transforma con el cuerpo, comienza el diálogo alrededor de las representaciones y la modificación del cuerpo en Las malas de Camila Sosa. 

«Si alguien quisiera hacer una lectura de nuestra patria, de esta patria por la que hemos jurado morir en cada himno cantado en los patios de la escuela, esta patria que se ha llevado vidas de jóvenes en sus guerras, esta patria que ha enterrado gente en campos de concentración, si alguien quisiera hacer un registro exacto de esa mierda, entonces debería ver el cuerpo de La Tía Encarna.»

¿Cómo es la patria inscrita en el cuerpo de La Tía Encarna?

Ese cuerpo que nos invita a leer Camila Sosa es trazado como el mapa de una Argentina construida con silicona y aceite de avión, presa del deterioro y la vejez temprana que trae consigo el sufrimiento, penetrada en todos sus orificios por infinidad de hombres que han dejado huellas de tortura y heridas de guerra en cada lugar que lo habita.

Este es un país que ha perdido uno de sus principales órganos a patadas. Un país que produce sangre, se queja de múltiples dolores y ha tomado la forma de un monstruo espantoso que, paradójicamente, sigue despertando deseo de posesión en unos cuantos y amor de patria en otros que prefieren morir antes que vivir sin ella.

La caracterización de la Tía Encarna es la prueba de que gran parte de los problemas que tenemos como sociedad se debe a la manera como habitamos nuestro cuerpo. 

El cuerpo imaginario 

Las múltiples maneras de habitar el cuerpo son encarnadas por la artista ORLAN a través de sus performance post-operatorios. 

En Entrevista con ORLAN- Híbridos el cuerpo como imaginario, la artista explica las distintas maneras como interviene su apariencia. Lo hace por medio de cirugías plásticas que aluden a la creación y recreación del yo. De tal forma, ORLAN pone en cuestión las ideologías dominantes sobre el cuerpo impuestas en diferentes culturas.

¿Cómo influye la cultura en la manera como habitamos el cuerpo?

Tanto La Tía Encarna y demás trans que protagonizan Las malas como las mujeres, hombres e intersexuales que nos disponemos a leer esta obra, vivimos dentro de una cultura caracterizada por:

  • Moldear nuestros cuerpos mediante el discurso hegemónico que normaliza lo común y patologiza lo diferente.

  • Diseñar la arquitectura de los espacios de acuerdo a las concepciones que tiene sobre cada género.

  • Reproducir sus estereotipos de belleza en los medios de comunicación masiva.

  • Regular la energía sexual con trabajo.

  • Entrenar al otro para que vigile a sus semejantes y condene las prácticas prohibidas en el mundo hetero.

En palabras de ORLAN:

«Todas las civilizaciones han tratado de fabricar los cuerpos, y no solamente los cuerpos sino de formatear aquello que hay dentro del cuerpo, en las cabezas.»

Para ella, el híbrido hace que haya enseguida:

«Una puesta en perspectiva con algo otro, que puede modificar a la vez el cuerpo, la apariencia.»

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¿Qué pasa entonces con quienes estamos de acuerdo con nuestra naturaleza asignada?

¿Cómo entender la diferencia cuando la «mayoría» estamos conformes con nuestro cuerpo?

¿Sí justificaría cambiar la concepción que tenemos del cuerpo por esa minoría que se muestra inconforme con su apariencia?

¿En realidad son ellos la minoría o la minoría somos quienes estamos dentro del marco de lo «normal»?

¿Cuántos no se han podido salir de ese marco aunque así lo deseen?

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