Hoy tengo conciencia del cielo, exclamó alguna vez Fernando Pessoa proponiendonos ver hacia arriba con extrañeza y curiosidad, para disponernos a encontrar la belleza de la vida que se alza sobre nuestras cabezas. Cuando elevamos la mirada desde el corazón de la ciudad de Medellín, nuestras vistas no pueden evadir las escarpadas montañas de Santo Domingo, pues en este lugar pareciera que el cielo y la tierra se tocan danzantes, con una armonía propia de quienes se conocen hace eras. Es allí, cerca del cielo, donde se encuentra el palpito vivo del Parque Biblioteca Nororiental, que desde hace años recorre el territorio compartiendo lecturas, historias, arte y cultura con la comunidad. Y es también allí, dónde nuestros aliados han sido puentes que nos han permitido transitar la itinerancia para conectarnos de manera profunda con los habitantes de la comuna 1.
Por eso hoy queremos hablar sobre una biblioteca popular, aliada y amiga entrañable, que nos ha abierto sus puertas para compartir la magia de los libros, del arte y la cultura con los pobladores del barrio Carpinelo. A esta biblioteca no pudo habérsele concedido mejor nombre del el que posee: Bibliocielo, porque cuando estás allí te encuentras a dos cuadras del firmamento. A primera vista, es deslumbrante la copiosa cantidad de colores que hacen resaltar la casa donde se encuentra ubicada: murales, rosales y huertas adornan la entrada del lugar. Una vez ingresas, es inevitable observar las creaciones realizadas por los niños y niñas, que están dispuestas por todas sus salas; dando cuenta de procesos que ponen en acción las diferentes habilidades de sus participantes. Este “espacio multipropósito para el encuentro de la comunidad” como ellos mismos lo enuncian, constituye un proceso que lleva ya cuatro años generando impactos positivos para los habitantes de Santo Domingo y Carpinelo. Razón por la cual, para el Parque Biblioteca Nororiental, era impensable concebir su itinerancia al margen de esta propuesta bibliotecaria. En este sentido, desde la articulación gestada con Bibliocielo, se han desarrollado procesos ligados al arte, la cultura, la lectura, la escritura y la oralidad.
De dichos procesos quisiéramos compartir dos que han forjado y afianzando vínculos entre la biblioteca y el territorio; por un lado, se encuentra a Ojo al cine, espacio en el que se busca promover la apreciación cinematográfica a partir de espacios de conversación en torno a piezas audiovisuales. Teniendo como público objetivo a población infantil, propende, por medio del acercamiento a dichas piezas cinematográficas- que hacen parte del acervo cultural de la humanidad- convertirse en vehículo para hacer reflexiones situadas que hacen parte de los marcos de referencia de los y las participantes.
Por otro lado, se encuentra el Club de lectura Enjambre de ficciones, en el cual, a partir de la lectura de textos literarios, se entablan diálogos y reflexiones con población infantil y adolescente para que, a partir de sus intereses y representaciones de contextos cercanos, exploren el potencial narrativo que pueden tener, partiendo del uso de formatos diversos que permitan poner en acción las distintas habilidades de los y las participantes, para de esta manera escuchar las voces de los niños, niñas y adolescentes del sector, posibilitando gestar entramados que constituyen los hilos con los que se crea tejido social.
Dijo alguna vez el pedagogo brasileño Pablo Freire que no es posible transformar el mundo sin sueños, y de la alianza que se teje a dos cuadras del cielo entre el Parque Biblioteca. Nororiental y Bibliocielo han emergido sueños que buscan incidir de manera positiva en el territorio y los habitantes de la comuna 1.