Con este proyecto de formación, que combina la creación fotográfica y literaria, buscamos aprovechar las actuales circunstancias de confinamiento para generar un espacio de reflexión y apertura creativa en torno a la casa/hogar, con sus espacios comunes e íntimos, y de los objetos que allí se encuentran como detonantes que pueden inspirar la narración. Partimos de los sentimientos que nos suscitan, de las memorias que regresan a nosotros al observarlos de manera atenta y de las diferentes formas de relacionarnos que tenemos con dichos espacios para desnaturalizarlos. Se trata de mirar con distancia y extrañamiento lo cotidiano, para encontrar allí las historias que nos permitan narrar y encontrar otros significados en el lugar que nombramos como casa.

Entendemos “la casa” más allá del objeto, más allá de los juicios sobre lo que es bello o no. Parafraseando a Bachelard en La poética del espacio, no se trata de describir la casa, señalando los aspectos pintorescos y analizando lo que constituye su comodidad. Al contrario, es preciso rebasar (…) la descripción para llegar a las características donde se revela una adhesión a la función de habitar. De este modo, la invitación es poner en imágenes y textos la manera cómo habitamos nuestro espacio vital y cómo nos enraizamos, de día en día, en un “rincón del mundo”. Porque la casa es nuestro rincón del mundo. Es —se ha dicho con frecuencia— nuestro primer universo. Es realmente un cosmos. Un cosmos en toda la acepción del término.