¡Una biblioteca no está hecha de adobes!
Una biblioteca no está hecha de adobes, hierros, vidrios, una biblioteca no está hecha de libros, Cd, revistas y computadoras.
Esta comuna, históricamente rica en bibliotecas, nos enseñó una verdad que incorporamos desde el momento que se diseñó el Parque Biblioteca con la participación de su comunidad, todo el que construye bibliotecas para sus hijos es optimista, tiene esperanza en sus lideres y lideresas, sobre todo cree en sus habitantes, en sus viejos, niños y jóvenes.
El Parque biblioteca Gabriel García Márquez – Doce de octubre, hace su apertura de servicios el 19 de agosto del 2013 y en estos 10 años se ha entretejido con la vida diaria, con la memoria y saberes de sus gentes, ha conversado con sus pobladores entorno a los sueños, dudas, apuestas y retos del desarrollo del territorio.
Le hemos apostado a la formación, defensa y cuidado de los niños, nos preguntamos por el medio ambiente de la comuna, hemos sido escenario y apoyo para las apuestas de arte urbano de los jóvenes.
Durante una década las novelas, los poemas, las crónicas, la palabra escrita, la oralidad y la escritura han sido nuestra forma de abrir el encuentro humano y el pensamiento crítico a todas las generaciones del doce de octubre; en un dialogo sin distinción, en un tú a tú con cada habitante y cada organización social, artística y cultural de toda la zona.
Por eso estamos convencidos de que cuando se abre una biblioteca lo que se pone en servicio es una mirada, una fe, una esperanza en el territorio.
Como principio rector de reconocer primero la voz del ciudadano, del habitante que construye el barrio y que es quien da sentido a estos diez años de servicio comparto el bello escrito de una participante de nuestros programas.
“Cómo no dejar huellas del pasado escuchando en este sitio el bullicio de la gente de un lado para el otro como el vaivén de las aguas oscuras que corren alrededor de la quebrada.
Cuántas historias.
Cuántos llantos quedaron marcados en la memoria de este lindo lugar. Cómo no dejar huellas del pasado en cada sitio, en cada rincón, en cada espacio de este parque biblioteca donde algunas veces habita mi corazón.
Cómo no dejar huellas del pasado si desde lo alto de este sitio observo un barrio donde crecí y vi crecer familiares y amigos.
Si los libros hablaran
Si los libros escucharan
Si los libros escribieran
Solo quedan en ellos huellas del pasado”
Luz Mery Puerta Rivera.