Ideas para conservar los libros de tu biblioteca
Los libros son objetos preciados. Están dotados de misterio, afecto, significado, bien sea por su contenido o porque los vinculamos con un recuerdo, un lugar o un ser querido. Llenan nuestra casa de color, volumen y belleza.
Son como un selecto grupo de amigos esperando por nosotros, en silencio y sin prisa; esperando ese momento en el que nos volvemos hacia ellos para que nos cuenten o enseñen algo: historias, elucubraciones, relatos, crónicas, descubrimientos…
Están ahí como una oferta permanente de compañía. Son fuente de conocimiento, puertas a otros mundos y antídotos contra varios males. Tenemos muchos motivos por los que nos gustan y queremos conservarlos, bien sea para volver a ellos, para regalarlos o para compartirlos con otras personas.
Están vivos, son objetos orgánicos, envejecen. Sus hojas se van poniendo amarillas con los años, y aunque nos parece que esto puede ennoblecerlos, la verdad es que, si queremos darles larga vida, debemos evitar que esto pase y tener algunas prácticas básicas para que no se deterioren. Acá te contamos algunas: