
Mariana, Ana María (Mamá con amor) y Elisa
Ana María Franco Villegas es abogada y madre de dos niñas: Mariana y Elisa. Cuando comenzaba su etapa laboral en la que tenía muchas expectativas, la vida le cambió los planes y le dio la mejor profesión: la de ser madre.
Su pasión por leer y escribir, que siempre había visto como hobbies, se convirtieron en sus aliados para contar su historia y acercarse a una comunidad de papás y mamás que, como ella, eran novatos. En el 2015 abrió su blog @mamaconamor en Instagram y hoy en día tiene más de 50 mil seguidores con quienes comparte sus experiencias todas “filtradas por el corazón”.
Ana María es, además, certificada en Disciplina Positiva y ese aprendizaje la ha llevado, no solo a tener una mejor relación con sus hijas, sino también a explorar otros mundos, a conocer personas y a seguir estudiando cosa que le fascina.
Conversamos con ella sobre el fomento LEO en niños y niñas y esto fue lo que nos dijo:
¿Por qué decidiste empezar el blog “Mamá con amor”?
Todo empezó porque como Mariana nació prematura, tuve unos meses de posparto muy difíciles. Junto a mi esposo tomé la decisión de renunciar a mi trabajo como abogada en una firma, pues la bebé necesitaba muchísima más atención por su estado de salud tan vulnerable. Esa situación hizo que reevaluara mis prioridades. Sin embargo, a los 8 meses decidí emprender este proyecto, más como una forma de mantener mi cerebro funcionando. Siempre me ha gustado leer y escribir, y eso me llevó a decidir abrir el blog, pues era algo que no implicaba irme a una oficina. Podía estar con Mariana, y al mismo tiempo interactuar, conversar, contar historias, aprender y relatar mi experiencia como mamá primeriza y de bebé prematura. La primera tarea que me puse fue leer sobre maternidad, aunque no es lo único que leo, y con base en eso filtrar lo que había leído y escribir mis propias conclusiones desde mi experiencia.
¿Te imaginaste alguna vez la acogida tan grande que iba a tener tu blog?
Jamás. Yo un día me senté en mi computador, abrí una cuenta en instagram, creé una página web y ya. Solo quería tener un ejercicio diario, un reto conmigo misma, para no abandonar cosas que me gustan. Combinar mi pasión por los libros con mi labor de mamá.

¿Qué cosas te ha traído este blog ahora que está tan posicionado y que la gente te reconoce y recurre a vos para recibir asesoría?
Ha sido algo muy lindo y orgánico. Esto ha salido muy desde mi corazón e intuición. Pero me he vuelto además comerciante, porque ahora vendo mis talleres. Me he convertido en esa cara emocional de algunas marcas que quieren dejar de lado una imagen tan distante y netamente comercial, y eso me ha parecido muy bonito. Los talleres han sido algo muy bacano, porque no solamente yo les enseño a otros padres sobre disciplina positiva, sino que ellos en esa conversación me enriquecen a mí.
Escribo mucho y eso me encanta, si bien en un principio escribía solo por mí, ahora les hago contenidos a otras marcas y lo disfruto mucho porque me ha permitido explorar otros terrenos, otras facetas. Con este blog siempre estoy aprendiendo.
¿Cómo aplicás la disciplina positiva para acercar a los niños a la lectura?
Para mí la lectura, incluso antes de ser mamá, siempre había sido un apoyo como en solitario. En mis ratos de soledad siempre recurría a leer para aislarme y desconectarme de la realidad. Pero como mamá entendí que la lectura es una manera de acercar a los niños a su realidad, pues mediante los libros se les puede explicar muchas situaciones de la vida. Por ejemplo si les queremos explicar algún valor: la solidaridad, la tolerancia, el respeto; los libros infantiles son una herramienta que les permiten establecer esas historias que están ahí dibujadas o escritas, con su propia experiencia. Y ese ejercicio tan básico, que pareciera ser de mera diversión, hace que los niños aprendan conceptos y que su cerebro los interiorice para que el momento en que tengan que enfrentarse a una situación donde deben compartir, o ser respetuosos recuerden la historia de la ovejita, o el gatico, o el patico que aplicaban estos valores en sus cuentos. Otra cosa que es muy importante es tener libros a la mano, que ellos puedan alcanzar y hojear cuando quieran. Hacerles una especie de biblioteca incluso al lado de sus juguetes para que ellos siempre lo asocien de una manera divertida y jamás como un castigo o algo que se hace en momentos de desocupe o aburrición.

Ana María Franco @mamaconamor en Instagram
¿Qué libros les gustan a tus hijas?
A Mariana, que ya está en un proceso más avanzado, porque en el colegio ya está aprendiendo a leer, le gustan los de animales. Ella se aprende la primera y la última palabra de los cuentos y los recita a su manera. Y Elisa, como está más chiquita es más visual, ella ve las imágenes y cuenta las historias. Esta es otra manera de enseñarles a leer a los niños y a motivarlos a que disfruten el momento de lectura. Dejarlos a ellos ser los protagonistas y dejarles volar la imaginación.
¿Y a vos?
A mí me encantan las novelas largas, no tengo un tema específico, sino que me gustan esos libros que enganchan y uno no quiere soltar. También leo mucho sobre escribir, por ejemplo ahora estoy leyendo De qué hablo cuando hablo de escribir de Haruki Murakami. Y un libro que me fascina es Una habitación propia de Virginia Woolf, donde habla sobre esa habitación que debemos tener las mujeres para escribir y crear. Cuando lo leí sentí que era eso lo que había encontrado al abrir el blog, encontré ese espacio que es mío donde yo puedo escribir y hablar de lo que sé y lo que me interesa, aunque esté muy enfocado a la maternidad, ahí cuento mucho de mi vida, de cómo soy, de mis miedos y angustias y de mis momentos de alegría, todos acompañados del oficio de ser mamá.
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