¡Hagamos una colección de esas las palabras que funcionan! Contemos cómo y cuáles han sido las frases que nos han marcado: leídas, escritas, escuchadas por ahí, cantadas… ¡No importa cómo! Lo que nos interesa es compartirlas, sacarlas a flote para que se dispersen y encuentren, como alguna vez lo hicieron con nosotros, un terreno fértil. Quizás, cuando otros lean las palabras atesoradas piensen: “¡Ah! Son justo lo que necesitaba”. Entonces, el mensaje habrá surtido efecto. Se acoplará a diferentes contextos como quien logra calzarse los zapatos ajenos.

Guillermo Cardona, escritor y asesor académico de Plan de escritura, lectura y oralidad de la ciudad escribió lo siguiente sobre el por qué las palabras funcionan:

“El solo nombrar un problema es comenzar a solucionarlo. Las palabras funcionan cuando el paciente se acomoda en el sillón a echar carreta, a desahogarse, a franquear a partir de la palabra y con la guía del terapeuta los vericuetos de su alma; las palabras funcionan cuando el penitente le susurra al confesor los secretos más oscuros de su existencia; las palabras funcionan cuando escribimos los detalles de nuestros errores y tragedias, así después esas páginas las dejemos en el baúl de los malos recuerdos, les prendamos fuego o publiquemos un libro. 

Las palabras funcionan cuando reconocemos que no bastan las palabras y emprendemos acciones concretas para alcanzar la más elemental de las metas de todo ser humano: aprovechar al máximo la oportunidad de vivir y ser felices. ¿Cómo lograrlo? Cuando apenas tenía 16 años y todavía no tenía en mente El Capital o El manifiesto comunista, Carlos Marx escribió: ‘La experiencia demuestra que solamente son felices los que han hecho felices a muchos hombres’”.

Las palabras nos han definido como humanidad, y esa necesidad latente de nombrar y entender lo nombrado determina lo que nos une o nos separa. Las palabras, además, nos empujan a ejercer libremente el poder a leer, a escribir y a conversar. Eso nos permite mirar el mundo a través del interpretar, discernir, descifrar, comprender nuestro lugar en la Tierra. De ahí el espíritu del Plan Ciudadano de Lectura, Escritura y Oralidad: encontrar en las palabras muchas maneras de vivir mejor. Las palabras que funcionan son un tránsito a la acción, algo se activa misteriosamente como si hicieran clic en nosotros detonando una fuerza que estaba esperando despertarse para iniciar el viaje a lo siempre posible.

¿Cómo se verán estas frases?

 

La colección de frases y/o párrafos cortos y contundentes irán en un e-card animada. Serán publicadas en el micrositio del Plan Ciudadano de Lectura, en las redes sociales y en toda plataforma física o digital que quiera compartirlas dando los respectivos créditos.  La idea es que esta campaña sea algo similar a la propuesta argentina: «La gente anda diciendo», pero con el hashtag #LasPalabrasFuncionan.

Son frases escuchadas, escritas, dichas o leídas en la intimidad, en círculos de amigos, en el trabajo, en la escuela, en la universidad, en la calle, en el cine, en un concierto, en un taller…, no hay límite. También son frases nacen en los territorios, que brotan de los trabajos reflexivos de distintas instituciones u organizaciones, afines al espíritu del Plan de Lectura, con las comunidades barriales.

Estas frases estarán acompañadas de una nota al pie que dará cuanta de quién es el autor de la frase, quién fue el receptor y por qué causó impacto en su vida. En caso de que estas frases salgan de espacios de reflexión de instituciones u organizaciones culturales, sociales, educativas y/o comunitarias, se dará el respectivo crédito añadiendo en la descripción la información del proyecto.

Así:

“No conviertas los hallazgos en fórmulas”, eso le dijo Ana María Vallejo, licenciada en estudios teatrales, al escritor y dramaturgo Juan David Pascuales Morales el día que ganó la Beca de Creación en dramaturgia de la Secretaría de Cultura Ciudadana por la obra Manual de zoofilia para el obrero Troskista. La frase caló en el escritor al punto que desde entonces cambió procedimiento de escritura para jamás repetirse. Una vez halla el método para narrar alguno de sus proyectos literarios, Pascuales lo deshecha.

Y a vos, ¿qué palabras te han funcionado?

 

Haz parte de esta campaña y contanos, usando el hashtag #LasPalabrasFuncionan, cuáles han sido esas frases que te han caído como anillo al dedo. También puedes decirnos cuáles han sido esas palabras, haciendo clic aquí.