
Adolfo Zableh, periodista y autor del libro autobiográfico Todos tenemos una historia que olvidar conversó con nosotros sobre la importancia de las maneras de expresión, de cómo escribir ha justificado su vida y de por qué a él las palabras le han funcionado no solo para vivir, sino para sentirse mejor. Esto fue lo que nos dijo:
¿Por qué le gusta escribir?
Porque es la mejor forma que encontré para expresarme. Siempre quise tener una voz, ser oído, que los demás me tuvieran en cuenta. Es lo que en buena parte le da sentido a mi vida, saber que, estén o no de acuerdo conmigo, hay alguien al otro lado que me oye.
¿Y para qué le ha funcionado escribir?
Estar justificado en la vida. Una de las grandes cuestiones del ser humano es preguntarse qué hace acá. Yo me siento afortunado porque hallé la respuesta joven, o más bien hice que esa fuera mi respuesta a la pregunta. Escribir es una habilidad, un gusto, un oficio, pero también es tener un propósito.
Desde el Plan Ciudadano de Lectura, Escritura y Oralidad tenemos una premisa: las palabras funcionan ¿Cree usted en eso?
Sin duda. Deberían no ser tomadas tan en cuenta a veces porque en muchas ocasiones nos agarramos más de lo que dice la gente que de lo que hace y nos ofendemos si dicen algo que no nos gusta, incluso, si lo hacen de una forma en que no nos parece. Pero también las palabras son el puente entre los pensamientos y los actos, y si uno es responsable con lo que dice, será también responsable con lo que hace.
Además de la escritura, cómo cree usted que las personas pueden aprender a expresarse más y mejor…
Ordenando los pensamientos, aclarándolos. Creo que ese es el comienzo. Ya después si uno es asertivo y deja de lado el cinismo y la ironía, el mensaje llega impecable.
¿Cree usted que desde las conversaciones cotidianas las personas pueden transformar sus realidades?
No lo sé. Supongo. De conversaciones han salido ideas, deseos de cambios, reformas en la vida, cambio de planes, en la rutina. Yo la conversación cotidiana la veo más como una manera de entretenerse, crear vínculos y ocupar el tiempo, que como una manera de hallar respuestas, así a veces se presenten.