Con este microrrelato, Franz Kafka le rinde homenaje al memorable pasaje de las sirenas en la Odisea. En él Ulises intenta rehuir el impulso suicida de quien escucha sus voces para poder retornar a Ítaca tras 20 años de la guerra Troya.
Kafka subvierte el relato clásico. La fuerza seductora de las sirenas ya no reposa en su canto, es el silencio su arma más terrible.
