La influencia del cine en la sociedad se ve reflejada en varios aspectos como la forma de imaginar el mundo, la socialización en espacios públicos como los teatros y permite la creación de otros encuentros como los cineclubes, además promueve nuevas formas de disfrute del ocio y del tiempo libre. También, el cine y sus proyecciones se convierten en elementos que permiten compartir a los grupos sociales un sistema de valores, conceptos sobre la moda, representaciones sobre la realidad, emociones, sensaciones y aporta a la conformación de la identidad colectiva.
En esta ocasión hablaremos de los inicios del cine en la ciudad de Medellín, del contexto social y cultural de las primeras décadas del siglo XX y de las proyecciones cinematográficas como espacios de entretenimiento público.
Colombia durante las primeras décadas del siglo XX se encontraba bajo la influencia y dominio político del Partido Conservador en un periodo que se llamó la Hegemonía Conservadora (1886 – 1930) que contaba con el apoyo de la iglesia católica para controlar moralmente a la sociedad colombiana. También, en estas décadas, se da el crecimiento de la población urbana, se produce un proceso de modernización de la sociedad y la economía, se produce una inserción en el mercado internacional que permite el contacto con las modas y comportamientos de otros lugares.[1]
A comienzos del siglo XX, la ciudad de Medellín vivió un proceso de cambio en sus prácticas y costumbres producto de la introducción de comportamientos urbanos propios de la mentalidad occidental europea que se vio reflejada en la construcción urbana, el uso del espacio público, en el uso del tiempo libre y en las muestras y prácticas culturales. A finales del siglo XIX y comienzos del XX, Medellín era conocida como una sociedad conservadora y católica donde la participación en la vida religiosa marcaba los espacios de socialización, influenciada fuertemente por los dogmas de la fe cristiana conservadora y cuya identidad se asociaba a la cultura rural y de la arriería. Pero esto no puede negar la existencia de otras identidades que convivían en la ciudad como los afroamericanos (mineros negros), los intelectuales y los “filipichines” urbanos, estos últimos eran los hijos de la elite de la ciudad que se identificaban con la cultura urbana e importaban los comportamientos y modos de vida europea.[2]
Una propuesta de modernización de la ciudad a comienzos del siglo XX fue el Plan “Medellín Futuro” que promovió el desarrollo urbano con la construcción de parques, barrios, avenidas, edificios, se desarrolló el comercio y se realizaron acciones para garantizar la higiene de la ciudad. “La ejecución de este plan estuvo acompañada de mensajes masivos permanentes hacia los ciudadanos sobre la importancia de convertirse en ciudad, de modernizarse, de cambiar, de transformarse en algo que no se era. Las referencias a estos propósitos son constantes en los registros de la prensa de la época, tanto en la prensa liberal como en la conservadora, y en ellos aparece también una invitación frecuente e insistente a que los ciudadanos modificaran sus hábitos de comportamiento y a que la ciudad tuviera espectáculos públicos como se lo merecía.”[3] Esta idea de modernidad era reforzada por los discursos y opiniones de las personas que llegaban del extranjero, quienes sumaban a la idea de progreso la necesidad de una oferta cultural más amplia.
Antes de que el cine tuviera una acogida importante en Medellín y en medio del contexto que contraponía modernidad y sociedad parroquial, los habitantes de la ciudad accedían a diversos espectáculos de entretenimiento público y que se realizaban de manera colectiva. German Franco Díez en la investigación Mirando solo a la tierra… hace la siguiente categorización de los espectáculos y las formas de entretenimiento publicas según su finalidad:
- Espectáculos públicos de entretenimiento no narrativo: circo, corridas de toros, payasos, saltimbanquis, prestidigitadores y magos, en estas primaban las virtudes de los artistas. Estas actividades juntaron varias clases sociales y permitieron el disfrute en espacios como los parques de Bolívar y Berrío.
- Espectáculos públicos de entretenimiento artístico con estructura narrativa: como zarzuelas, teatro, óperas y conciertos, estos espacios permitieron la creación y formación de públicos.
- Prácticas colectivas de evangelización: liturgias, misas, celebraciones religiosas, procesiones, celebraciones patrias y obras de caridad.
- Prácticas lúdicas segregadas: paseos a los baños dominicales realizados por las clases populares en el Jordán en Robledo. La elite realizaba carreas de caballos y exhibiciones de autos (la primera se realizó el 12 de agosto en 1913).
- Prácticas ilegales o censuradas: juegos de azar y apuestas.
- Prácticas colectivas heredadas de la sociedad rural: peleas de gallos, venta de imágenes, bailes, fiestas veladas y riñas.[4]
En las primeras dos décadas del siglo XX había en la ciudad gran variedad en la oferta cultural y de entretenimiento como el teatro, zarzuela, ópera, circo, música, canto, opereta, ilusionismo, circo, toros, etc., en medio de esta oferta hace su aparición el cine como espacio de entretenimiento público.
A nivel nacional el cine revolucionó la vida cotidiana y las formas de sociabilización. Este se presentó en los distintos espacios como una novedad científica que exploraba y explotaba comercialmente la imagen en movimiento. Para los espectadores significaba la posibilidad de socializar, conocer y acercarse a otros lugares, ser testigos de paisajes y acontecimientos antes desconocidos. Las películas pasaban por un proceso de censura y control moral ya que el público y la sociedad no podía estar expuesta a cierto tipo de contenidos, como los besos largos típicos de las películas francesas. Durante la primera década, el cine italiano fue el más popular, pero para los años veinte el cine norteamericano y la industria de Hollywood dominó el mercado y las exhibiciones, influenciando la moda, los gustos y el comportamiento de la sociedad colombiana.[5] “Asistir a las proyecciones del cinematógrafo empezó a transformar la sociabilidad entre las personas, pues se creó un sitio de encuentro alternativo en el que se compartían y creaban representaciones sobre la realidad. La moda y las formas de expresión provenientes de la pantalla grande empezaron a ser recibidas por los públicos, eran interpretadas, rechazadas o adoptadas. Se crearon consensos sobre el buen vestir y el gusto se fue modificando en torno a la información que se desplegaba en las imágenes en movimiento.”[6]
La primera exhibición cinematográfica en Medellín se realizó el 1 de noviembre de 1898, a cargo de los empresarios Wilson y Gaylord quienes presentaron el proyectoscopio de Edison. El cinematógrafo de los hermanos Lumiére llegó a la ciudad de la mano de los empresarios Crovely y Martínez quienes proyectaron Defensa de la Bafidera, Robo en despoblado y Llegada del ferrocarril a la estación Central. Estas proyecciones se realizaron en la parte frontal de la Capilla de los Hermanos de la Salle, la Catedral de Medellín, y la retreta dominical del Parque Bolívar.[7]
Según Germán Franco, aunque las primeras exhibiciones cinematográficas en Medellín se realizaron a finales del siglo XIX, el cine todavía no era considerado un espectáculo de entretenimiento masivo. Solo hasta 1916 se hace evidente el surgimiento del cine como espectáculo público, es importante anotar que este se hacía en combinación con otros espectáculos, muchas veces el cine era el telonero de un show principal. Un ejemplo de esto son las exhibiciones cinematográficas realizadas después de las corridas de toros realizadas en el Circo Teatro España.[8]
Las primeras muestras de cine se hicieron con proyectores de carbón con películas de acetato en blanco y negro, sin relato y rodadas a 18 cuadros por segundo y no a 24, las condiciones para realizar exhibiciones no se habían creado, no existían teatros adecuados y el servicio eléctrico en la ciudad no era el mejor. “Antes de 1912 las proyecciones de cine eran ocasionales, no habituales, aunque cada vez más frecuentes. Las primeras proyecciones fueron exhibiciones sobre el invento del cinematógrafo y sus virtudes, pero una vez conocido el aparato y lo que podría logar, estas exhibiciones dieron espacio a tres tipos diferentes de usos del cine: las proyecciones didácticas, el cine como gancho comercia y el cine como entretenimiento.”[9]
Las proyecciones didácticas se hacían en colegios como el San Ignacio y el San José como parte de charlas didácticas o morales, también era usado para atraer públicos a charlas que se hacían en los centros educativos. En varias ocasiones el cine y las proyecciones eran usadas para atraer clientes. “Es el caso de las noches de teatro que ofrecía la cinematogramo – sastrería de Peláez y Alvear, que prometía noche de juerga mientras el cliente se hacía arreglar la ropa. Puede suponerse, por los anuncios y registros, que el sitio quedaba cerca del teatro y tenía un proyector de cine con algunas “vistas” y un gramófono con música que alentaba a los pacientes clientes a esperar con algo de diversión el servicio.”[10]
El cine como entretenimiento en la primera década del siglo XX estuvo relegado a otras actividades de uso de tiempo libre en la ciudad como los toros, los juegos de azar, el circo, entre otros. Las proyecciones cinematográficas y que empezaron a tener el carácter de entretenimiento público se empezaron a realizar en Circo España, pero el cine, como se dijo anteriormente, no era la principal atracción, sino que funcionaba como acompañamiento a otros espectáculos como el teatro, la ópera y las corridas de toros. Cuando terminaban las corridas de toros se ponía un telón blanco en la mitad de la plaza y se hacían las proyecciones. A este tipo de eventos dobles, proyecciones y corridas de toros, asistían todo tipo de públicos, solo más adelante se empieza a censurar públicamente la asistencia de damas honorables a las exhibiciones nocturnas. Estas muestras eran un espectáculo esperado por los habitantes de la ciudad, no por su calidad, si no por la motivación de los habitantes de la ciudad para ocupar el tiempo libre y dejar de lado el aburrimiento de la vida parroquial.[11]
Podemos concluir que, en los primeros años, la primera década del siglo XX, la sociedad de Medellín se encontraba en un proceso de transformación y modernización, en la que el cine hacia su aparición como forma de entretenimiento pero que no tenía la importancia social de otras formas de diversión públicas arraigadas a la sociedad y los grupos culturales que habitaban la ciudad.

Circo Teatro España. Fotografía de Francisco Mejía, Archivo Fotográfico Biblioteca Pública Piloto
*Este texto tiene como principal fuente de información bibliográfica la investigación realizada por Germán Franco Díez llamada Mirando solo a la tierra. Cine y sociedad espectadora en Medellín (1900 – 1930). Pretendemos hacer un pequeño retrato del cine y el entretenimiento público en Medellín a comienzo del siglo XX usando como fuente de información la investigación de Germán Franco, reconocemos el valor de su obra e invitamos a los lectores interesados ampliar la información y en hacer una lectura juiciosa sobre el cine y la sociedad de Medellín en la primera mitad del siglo XX a que lean dicha investigación.
[1] Natalia Tavera Daza, Imágenes fragmentadas: un estudio sobre el cine silente y la construcción de representaciones sociales en Colombia (1922 – 1928). Universidad Pontificia Javeriana, https://repository.javeriana.edu.co/bitstream/handle/10554/14319/TaveraDazaNatalia2012.pdf?sequence=1&isAllowed=y p. 28.
[2] German Franco Díez, Mirando… P. 48.
[3] German Franco Díez, Mirando… P. 53.
[4] German Franco Díez, Mirando… Pp. 71-72.
[5] Natalia Tavera Daza, Imágenes …. https://repository.javeriana.edu.co/bitstream/handle/10554/14319/TaveraDazaNatalia2012.pdf?sequence=1&isAllowed=y p. 39.
[6] Natalia Tavera Daza, Imágenes … https://repository.javeriana.edu.co/bitstream/handle/10554/14319/TaveraDazaNatalia2012.pdf?sequence=1&isAllowed=y p. 45.
[7] Universidad Eafit. Sala de patrimonio documental. 90 años de Cine Colombia en Antioquia. http://www.eafit.edu.co/biblioteca/sala-patrimonio-documental/Documents/CINE%20COLOMBIA%20EN%20ANTIOQUIA_2017.pdf
[8] German Franco Díez, Mirando… P. 86.
[9] German Franco Díez, Mirando... P. 96.
[10] German Franco Díez, Mirando… P. 97.
[11] German Franco Díez, Mirando… P. 99.