El cómic es una forma narrativa que combina el dibujo con la escritura. Posee diferentes nombres dependiendo del lugar del mundo en el cual se produce; explicar las características del cómic impreso exige hacer una diferenciación importante por cuanto el cómic es, generalmente, la conjunción de ícono (dibujo) y mensaje lingüístico (texto). La extensión del cómic puede ir desde un cuadro (viñeta) hasta una serie de cuadros organizados en el formato de un libro de cómics todo ello dependiendo del soporte impreso en el cual se les publique, de tal forma que no es igual el número de cuadros (viñetas) que se incluye en la prensa escrita que los que se incluyen en suplementos dominicales, libros, revistas o páginas web.
Las temáticas tratadas son muy variadas y pueden ir desde aquellas que tratan aspectos de la vida cotidiana, hasta aquellas que ubican sus acciones en mundos hipotéticos y de ensoñación idealizada. Tales temáticas, y los giros que se verifican en las acciones de los personajes, reflejan los intereses e inquietudes de los entornos en los cuales se producen, por ello un manga japonés se lee y entiende de manera diferente en Japón que en Colombia, puesto que, como todo producto comunicacional, mantiene elementos culturales e ideológicos propios de la sociedad en la cual y para la cual se crea.
Así, es por esto que generalmente al hablar de cómics, se habla de historia y personajes, pero muchas veces se ignora el entorno, no solo el entorno en donde se desarrolla la idea, sino también el entorno del lector, en este punto es que la ciudad se vuelve tan importante en el cómic, ya que el entorno en muchas ocasiones guía el desarrollo de la historia, y permite generar una identificación entre los personajes y los lectores única y así, la ciudad, siempre se convierte en el punto de referencia principal, el personaje oculto y muchas veces ignorado sobre el cual se desplazan las viñetas y que le da un carácter a la narrativa.