Por: Rocío Montoya

Alicia Saraz, maestra – Año: 2016

–Este texto hace parte de “Digitalizando el pasado”, un ejercicio de  recuperación de la memoria local de la comuna 12 que desarrolla la Biblioteca La Floresta con sus usuarios–

 

Mi barrio, El Coco, fue forjado por personajes que representaban lo más bonito de la idiosincrasia paisa, la pujanza para desempeñar diversas labores de sol a sol, en la mayoría de los casos con un conocimiento empírico tan apasionado, que poco tendrían que envidiarle a la técnica, rigor y cuidado con los que un profesional podría desempeñarlos. Estos personajes se destacaron por tener una gran creatividad, constancia y disciplina para hacer realidad sus proyectos y ayudar a materializar los de los demás.

Probablemente de mi memoria escapen muchos que merecen ser evocados y exaltados, pero a los que recuerdo, lo hago con nostalgia y gratitud. Entre los líderes que velaron por la educación de los niños, figuran Ricardo Saraz y Gabriel Hoyos,  fueron la voz de la comunidad ante el Ministerio de Educación, gestionando  la creación de la primera escuela de El Coco, la cual gracias a sus esfuerzos, entró en funcionamiento en febrero de 1921; allí estudió la mayor parte de lo niños del secor, vecinos y conocidos, entre los cuales hoy hay grandes profesionales destacados en diversas áreas. Para orgullo de don Ricardo, Alicia Saraz, su hija, fue una de las primeras maestras del sector, dirigió el Kínder de la Parroquia de Santa Rosa de Lima durante muchos años, hasta pensionarse, se caracterizó por ser una persona alegre, cercana y bondadosa, además de tener una gran voz con la que fue corista en la Basílica Metropolitana, La Candelaria y en la Iglesia de Santa Rosa de Lima, donde con su sobrina la soprano Rosmira Pérez Saraz, amenizaban las eucaristías.

En pleno furor de la construcción, y cuando el bahareque estaba llegando al fin de su ciclo, Ramón Maya Restrepo fue el primer transportador de materiales para la construcción tecnificada, y gracias a sus camiones, todo este material pudo ingresar al sector, procedente de Las Playas y tejares de aquellos lugares, siendo materia prima para muchas de las casas que aún hoy en día permanecen intactas, además, era uno de los hombres más talentosos de este lugar; mecánico empírico, enseñó a sus hijos y a muchos niños de la cuadra dicho arte. Hablando de la construcción, no se podría omitir a Jesús María Saraz «El Alfarero», que, a partir de su trabajo con el barro, moldeaba adobes y tejas para los tejares de la zona de estas casas, además de atanores para los desagües; a pesar de su rutina diaria, sacaba también tiempo para hacer su propia obra, moldeaba con sus dedos unas hermosas figuras, se hizo famoso por haber erigido un busto del presidente Gustavo Rojas Pinilla en 1953.

Gran parte del desarrollo de nuestros pueblos y ciudades lo debemos al empuje del ser humano, quien se acompañó de animales de trabajo como la mula, el caballo y el buey. Con el auge de la medicina veterinaria, los propietarios de animales de trabajo se empezaron a preocupar por la salud y el bienestar de éstos. Uno de los primeros médicos veterinarios que llegó a nuestro sector fue el chileno Rubén Padilla, conocido por su cultura, amabilidad y don de gentes, poseía un lote de ovejas y cabras. Era el veterinario de las fincas de El Coco y trabajó en el Hipódromo La Floresta (San Fernando), donde hoy es el Colegio Calasanz.

A medida que el barrio se fue poblando, aumentó la posibilidad de empleos formales para sus habitantes, debido al crecimiento de la industria, el comercio, el sector educativo y de seguridad. Se emplearon en La Tenería Ancla Ltda. de Robledo, Paños Vicuña, esta empresa quedaba donde hoy se encuentra el Centro Comercial Los Molinos, era rica en los mejores paños para el comercio de ruanas y cobijas;

La empresa Everfit-Indulana donde se confeccionaban los vestidos “cachacos”, también estaba la Fábrica de Hilados y Tejidos El Hato (Fabricato), Tejidos Leticia (TELSA S.A.) dirigida por el señor Enrique Rabinovich, quien introdujo en nuestra ciudad el sistema de ventas a crédito, Tejicondor, la Plaza de Mercado, Coltejer, Fatelares, Industrias Cristal, Industrias Búfalo (fábrica de juguetería), la Fábrica de Licores y Alcoholes de Antioquia, Confecciones Primavera y la Fábrica de Empaques, Harinera Antioqueña; el Hipódromo de La Floresta, las pesebreras del Club Hípico y el Hipódromo San Fernando dirigido por grandes compañías, Almacén Sears, entre otros.