En el sigilo de quien se fuga, en la ansiedad de una sala de espera, en la quietud de una biblioteca, en una pausa inesperada en la radio, en la amargura de una sala de velación, en el susto de quien se esconde, en la tristeza del deprimido, en la gravedad de un secreto.
El poder del silencio está presente por doquier
Pero pocas veces es bien acogido, casi siempre bochornoso, incómodo y mal sufrido
El poder del silencio está por doquier
Pero es desconocido por aquel que siempre ha vivido en él y lo siente tan natural como su propia piel.
Por: Uriel D. Castaño J.