¡Viene la policía!

Ercilio recuerda los tahúres de
Los Mangos

El aprovechamiento del tiempo libre y el ocio cumplen una importante función en las dinámicas de la sociedad, más aún en tiempos en que las tecnologías de las que ahora gozamos no existían. Fuertes lazos se tejían en torno a los juegos, a los deportivos y a los otros, de azar. Pero esos segundos, predilectos para los maliciosos, estuvieron prohibidos por las autoridades durante algún tiempo.

 

Hecha la ley, hecha la trampa, y para alertar de la llegada de la policía y cuidar la inversión en el juego, hubo ojos vigilantes, como cuatro pares, según Ercilio. Los ingenuos jugadores no sospecharon de la astucia de los vigías para hacerse también, ociosamente como el juego, con unos centavos extras.

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