Esta semana las bibliotecas de la ciudad dedican un homenaje a las palabras escritas o habladas, resaltando que es a través de ellas que podemos comunicarnos de forma directa con los demás. En este sentido, las palabras nos permiten construir el mundo, pues al nombrar las cosas, las personas y los acontecimientos, tenemos una forma para reconocerlos después. En la obra Cien años de soledad, el pueblo de Macondo se hace presa de una enfermedad de la memoria, en donde las personas olvidan cómo se llaman las cosas y las personas, y así poco a poco van olvidando también a
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