El pasado jueves 3 de marzo la Biblioteca empredió camino por la vía de Altavista Central para conocer las organizaciones comunitarias, artísticas, culturales, juveniles, Juntas de Acción Comunal, instituciones de educación o cualquier otra organización con la que se pueda establecer relaciones y trabajar en conjunto.
Después de unos minutos de viaje hacia occidente, la vía se cerró, permitiendo sólo el paso peatonal. Por sorpresa para la biblioteca, había llegado al afamado “Camino de Guaca”, un sendero por el que transitaron indígenas y colonos desde hace muchísimos años y que al día de hoy es conservado por los vecinos de la vereda Buga de Altavista.
A cada lado del camino están construidas casas amplias de grandes jardines y solares y las personas se sientan en bancas para conversar y divisar las imponentes montañas y el cercano valle. Según contaron a la Biblioteca algunos vecinos, por allá “se vive muy bueno, sin motos, carros o bulla de ningún tipo”, se pueden tener sembrados pequeños y tener perros y gatos que hacen compañía y cuidan las casas.
Más arriba la Biblioteca encontró lo que buscaba: una institución educativa. Se trataba del Centro Educativo Carlos Mesa Sánchez, seccional del Centro Educativo Manzanillo, en el cual trabajan dos profesoras y estudian 28 niños y niñas de la vereda. Una escuela pequeña pero acogedora, en donde los niños y niñas aprenden sobre todas las materias y además construyen lazos de amor en su comunidad.
La Biblioteca y el Centro Educativo Carlos Mesa Sánchez son ahora aliadas para conectar territorios y posibilitar formas de relacionamiento más amables, creativas y solidarias. Próximamente, la Biblioteca Pública Altavista descentralizará algunas actividades en esta escuela rural para que los habitantes de la vereda Buga puedan también disfrutar de los servicios bibliotecarios del Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín.